Entre los ríos Tigris y Eufrates se extiende un amplio y fértil valle que reúne mas prerrogativas que ningún otro lugar del orbe para ser considerado cuna de la civilización. Al sur de esta alargada cuenca, los sumerios, decididos y emprendedores comenzaron a levantar las primeras ciudades del mundo hace mas de 5.000 años. Asimismo idearon un sistema de escritura, descubrieron el bronce y fueron quienes primeramente utilizaron la rueda en sus vehículos. Conscientes de la fuerza de su magna organización y del valor de las aguas que habían de defender, los primeros pobladores del valle sostuvieron las guerras mas antiguas de la historia, completamente diferentes de las simples escaramuzas tribales.
El territorio colonizado por los sumerios era conocido por los griegos, como Mesopotamia, "país entre dos ríos". Posteriormente el nombre se aplico a toda la longitud del valle que siglos mas tarde acogería también a los acadios, babilonios y asirios. Estos pueblos llegaron como conquistadores, pero absorbieron paulatinamente gran parte de la civilización de sus predecesores y la añadieron a sus propios conocimientos de arquitectura, escultura, astronomía, matemáticas y medicina. Estos pueblos sobrevivieron durante mas de 3.000 años , hasta que la conquista de Babilonia por los persas en el 539 a.C. convirtió a Mesopotamia en parte de un vasto imperio. Actualmente los árabes de los pantanos, en el delta del Eufrates, viven en chozas de paja poco diferentes de las construidas en la antigüedad.
Las primeras guerras
Los asentamientos aislados, creados inicialmente, supusieron la base de la civilización sumeria durante los mil años de su historia. Sumer no fue nunca un estado sólidamente unificado, dirigido como Egipto por un rey y su gobierno. Por el contrario, estaba constituido por numerosas ciudades independientes y soberanas. Unas veces se unían formando federaciones poco definidas ; otras, luchaban entre si por el dominio de alguna zona regada por las valiosas aguas de los dos ríos o grandes canales. Después de una de estas guerras, un rey o gobernador se erigió temporalmente en señor de los dirigentes que había sometido. Los cautivos tomados en las batallas dieron origen a los primeros esclavos.
Durante un largo periodo los sumerios prosperaron y se multiplicaron. La agricultura y la ganadería seguían siendo las principales fuentes de riqueza, pero con el tiempo los granjeros sumerios produjeron un excedente de bienes, muy superior a sus necesidades inmediatas. Así apareció un sector social que ni cuidaba la tierra ni cuidaba del ganado ; se trataba de los nuevos constructores, artesanos, sacerdotes y escribas, que convirtieron gradualmente las ciudades sumerias en los primeros centros de la sociedad civilizada.
Escritos Sumerios
Los escritos sumerios conservados en tablillas de barro cocido comprenden desde las inscripciones comerciales y legales hasta la llamada literatura sapiencial, consistente en reflexiones filosóficas semejantes a los salmos. Esta literatura sapiencial, es uno de los legados mas importantes de la antigua Mesopotamia, no solo por los detalles sobre la vida en ciudades sumerias tales como Ur, Nippur y Uruk, sino por su excelente calidad. Muchas de sus observaciones sencillas y agudas conservan hoy plena vigencia :
"En casa, la mujer caprichosa añade pesar al dolor".
"Gastemos si estamos condenados a morir, ahorremos si esperamos larga vida".
RECORRIDO A LO LARGO DE LA HISTORIA SUMERIA
Durante el V milenio a.C., un pueblo conocido como obeidianos se asentaron en la región conocida después como Sumer; estos asentamientos se desarrollaron gradualmente en las importantes ciudades sumerias de Adab, Eridú, Isin, Kis, Lagash, Larsa, Nippur y Ur. Algunos siglos después, al prosperar los pobladores obeidianos, los semitas procedentes de los desiertos de Siria y Arabia, se infiltraron en la zona, tanto como pacíficos inmigrantes como invasores en busca de botín. Después de aproximadamente el 3250 a.C., otro pueblo emigró desde una región quizá al noreste de Mesopotamia, y sus habitantes comenzaron a contraer matrimonio con la población nativa. Los recién llegados, que se conocieron como sumerios, hablaban una lengua aglutinante sin relación aparente con ningún otro idioma conocido.
Durante los siglos siguientes a la emigración de los sumerios, el país creció en riqueza y poder. Floreció el arte y la arquitectura, la artesanía y el pensamiento religioso y ético. El sumerio se convirtió en idioma principal de la tierra y sus habitantes inventaron el sistema cuneiforme de escritura, originalmente pictográfica, que poco a poco se estilizó. Esta escritura se convirtió en el medio básico de comunicación escrita del Oriente Próximo durante unos 2.000 años.
El primer gobernante registrado de Sumer es Etana, rey de Kis (c. 2800 a.C.), a quien se describe en un documento escrito siglos después como el "hombre que estabilizó todas las tierras". Poco después de que concluyera su reinado, un rey llamado Meskiaggasher encontró una dinastía rival en Uruk (la bíblica Erech), muy al sur de Kis. A Meskiaggasher, que consiguió el control de la región que se extendía desde el Mediterráneo hasta los montes Zagros, le sucedió su hijo Enmerkar (c. 2750 a.C.). El reinado de este último destacó por llevar a cabo una expedición contra Aratta, ciudad-estado del noreste de Mesopotamia. A Enmerkar le sucedió Lugalbanda, uno de sus jefes militares. Las hazañas y conquistas del Enmerkar y Lugalbanda forman el tema de un ciclo de cuentos épicos que constituyen la prueba más importante del primer Sumer.
Al final del reinado de Lugalbanda, Enmebaragesi (c. 2700 a.C.), rey de la dinastía Etana de Kis, se convirtió en el principal gobernante de Sumer. Sus enormes logros incluyeron una victoria sobre el reino de Elam y la construcción en Nippur del templo de Enlil, principal deidad del panteón sumerio. Nippur fue gradualmente convirtiéndose en centro religioso y cultural de Sumer.
El hijo de Enmebaragesi, Agga (?-antes del 2650 a.C.), fue el último regente de la dinastía Etana, y fue derrotado por Mesanepada, rey de Ur (c. 2670 a.C.), que fundó la denominada I Dinastía de Ur, siendo su capital Ur. Poco después de la muerte de Mesanepada, la ciudad de Uruk alcanzó una posición política destacada bajo el liderazgo de Gilgamesh (c. 2700-2650 a.C.), cuyas hazañas se ensalzan en el Poema de Gilgamesh.
Algún tiempo después del siglo XXV a.C., el Imperio sumerio, bajo el mando de Lugalanemundu de Adab (c. 2525-2500 a.C.), se extendía desde los Zagros a los Taurus y desde el golfo Pérsico al Mediterráneo. Después el Imperio fue gobernado por Mesilim (c. 2500 a.C.), rey de Kis. Hacia el final de su reinado, Sumer se encontraba en un claro declive. Las ciudades-estado sumerias iniciaron constantes luchas internas, agotando sus recursos militares. Eanatum (c. 2425 a.C.), uno de los gobernantes de Lagash, logró aumentar su reino a través de Sumer y algunas de sus tierras vecinas. Sin embargo, su éxito duró poco tiempo. El último de sus sucesores, Uruinimgina (c. 2365 a.C.), introdujo numerosas reformas sociales, pero fue derrotado por Lugalzaggesi (que reinó hacia 2370-2347 a.C.), gobernante de la cercana ciudad-estado de Umma. Durante casi 20 años, Lugalzaggesi fue el regente más poderoso de Oriente Próximo.
Hacia el siglo XXIII a.C., el poder sumerio había decaído hasta tal extremo que ya no pudo defenderse contra invasiones extranjeras. El rey semítico Sargón I el Grande (que reinó hacia 2335-2279 a.C.) conquistó toda la zona y fundó una nueva capital en Agadé, más al norte que Sumer, que se convirtió en la ciudad más rica y poderosa del mundo. El pueblo nativo del norte de Sumer y sus conquistadores poco a poco se mezclaron, hasta convertirse en un grupo étnico y lingüístico conocido como acadio. A la tierra de Sumer se le dio el nombre compuesto de Sumer y Acad.
La dinastía acadia duró un siglo aproximadamente. Durante el reinado del nieto de Sargón, Naram-Sin (que reinó hacia 2255-2218 a.C.), los gutis, pueblo guerrero de los montes Zagros, saquearon y destruyeron la ciudad de Agadé. Después sojuzgaron todo Sumer dejándolo baldío. Después de varias generaciones los sumerios se libraron del yugo guti. De nuevo la ciudad de Lagash adquirió importancia, sobre todo durante el reinado de Gudea (c. 2144-2124 a.C.), gobernante extraordinariamente devoto y competente. Debido a que se han encontrado numerosas estatuas de Gudea, se ha convertido en el monarca sumerio más conocido para el mundo moderno. Los sumerios lograron la independencia completa de los gutis cuando Utu-hegal, rey de Uruk (que reinó hacia 2120-2112 a.C.), obtuvo una victoria decisiva después celebrada en la literatura sumeria.
Uno de los generales de Utu-hegal, Ur-Nammu (que reinó en 2113-2095 a.C.), fundó la III Dinastía de Ur. Además de ser un jefe militar victorioso, también fue reformador social y creador de un código legal que antecede al Código de Hammurabi babilonio en casi tres siglos. El hijo de Ur-Nammu, Shulgi (que reinó en 2095-2047 a.C.) fue un soldado de éxito, hábil diplomático y mecenas de la literatura. Durante su reinado florecieron las escuelas y academias del reino.
Antes de principios del siglo II a.C., los amoritas, nómadas semíticos del desierto al oeste de Sumer y Acad, invadieron el reino. Poco a poco consiguieron el control de ciudades tan importantes como Isin y Larsa. El posterior desorden político y confusión provocaron que los elamitas atacaran (c. 2004 a.C.) Ur y apresaran a su último gobernante, Ibbi-Sin (que reinó en 2029-2004 a.C.).
Durante los siglos siguientes a la caída de Ur, se produjo una amarga lucha interna por el control de Sumer y Acad, primero entre Isin y Larsa, y después entre Larsa y Babilonia. Hammurabi de Babilonia derrotó a Rim-Sin de Larsa (que reinó hacia 1823-1763 a.C.) y se convirtió en gobernante exclusivo de Sumer y Acad, marcando de este modo el final del estado sumerio. Sin embargo, la cultura sumeria fue adoptada casi en su totalidad por Babilonia.
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