El baron de haussmann
fue un funcionario público, diputado y senador francés. Recibió el título de Barón del emperador Napoleón III, con quien trabajó en la ambiciosa renovación de París.

En 1865 se aprobó un préstamo de 250 millones de francos para la ciudad de París, y otro en 1869, de 260 millones. Estas sumas representaron sólo una parte de sus ardides financieros, que llevaron a su destitución por el gobierno de Émile Ollivier. Después de la caída del Imperio pasó casi un año en el extranjero, pero regresó a la vida pública en 1877, cuando se convirtió en diputado bonapartista por Ajaccio.
Su obra había destruido gran parte de la ciudad medieval. Se calcula que transformó el 60% de los edificios de París. En particular, rediseñó la Place de l'Etoile nombrada actualmente como de Charles de Gaulle, y creó largas avenidas ofreciendo vistas en perspectiva de monumentos como el Arco de Triunfo y la Ópera Garnier.
Haussmann fue nombrado senador en 1857, miembro de la Academia de Bellas Artes en 1867, y recibió la gran cruz de la Legión de honor en 1862. Murió en París y está enterrado en el cementerio Père Lachaise. Su nombre se conserva en el Boulevard Haussmann. Sus últimos años los ocupó preparando sus Mémoires (3 vols., 1890-1893).
PLANES DE MEJORAMIENTO DE HAUSSMANN
Las transformaciones de París durante el Segundo Imperio constituyen una serie de modernizaciones vividas por la capital francesa de 1852 a 1870 y llevadas a cabo por Napoleón III y el barón Haussmann.
Los trabajos se llevaron a cabo en toda la ciudad, tanto en el corazón de París, como en los barrios periféricos: calles y bulevares, restauración de fachadas, remodelación de los espacios verdes, mobiliario urbano, creación de un alcantarillado y trabajos de conservación en monumentos públicos.
Esta reforma urbanística fue violentamente criticada por algunos de los contemporáneos de Napoleón III, aunque acondicionó el uso diario de las calles por parte de los ciudadanos. Esta obra puso el fundamento de la representación popular de la capital francesa al mundo, sobreponiéndose a los estrechos callejones del viejo París y creando anchos bulevares y grandes plazas
PLANES DE MEJORAMIENTO DE HAUSSMANN
Las transformaciones de París durante el Segundo Imperio constituyen una serie de modernizaciones vividas por la capital francesa de 1852 a 1870 y llevadas a cabo por Napoleón III y el barón Haussmann.
Los trabajos se llevaron a cabo en toda la ciudad, tanto en el corazón de París, como en los barrios periféricos: calles y bulevares, restauración de fachadas, remodelación de los espacios verdes, mobiliario urbano, creación de un alcantarillado y trabajos de conservación en monumentos públicos.
Esta reforma urbanística fue violentamente criticada por algunos de los contemporáneos de Napoleón III, aunque acondicionó el uso diario de las calles por parte de los ciudadanos. Esta obra puso el fundamento de la representación popular de la capital francesa al mundo, sobreponiéndose a los estrechos callejones del viejo París y creando anchos bulevares y grandes plazas
El sistema de Haussmann
Primeramente, el Estado expropia a los propietarios de los terrenos concernidos por los planos de renovación. Luego destruye los edificios y construye nuevos ejes con todos sus equipos (agua, gas, desagües). Haussmann, contrariamente a Rambuteau, recurre a préstamos macizos para encontrar el dinero necesario para estas operaciones, sea de 50 a 80 millones de francos al año. A partir de 1858, la Caja de los trabajos de París es el instrumento privilegiado del financiamiento. El Estado recupera el dinero prestado revendiendo el nuevo terreno en forma de lotes separados a promotores que deben construir nuevos edificios conformándose un pliego de condiciones preciso. Este sistema permite consagrar cada año a los trabajos una suma dos veces más elevada que el presupuesto municipal. Entonces el sistema se agrieta poco a poco. Los préstamos macizos de la Caja cavan una deuda que asciende 1,5 mil millones de francos en 1870 y contribuye desacreditar los grandes trabajos. Jules Ferry denunciará el hoyo financiero en 1867: «Las cuentas fantásticas de Haussmann».
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